Hoy os traigo una nueva entrevista como todos los lunes viene siendo constumbre. En esta ocasión ha sido Elena Montagud la que ha querido caer en las redes del blog "Libros, Historias y Yo" En ella encontraréis como empezó, su experiencia, nos habla sobre su libro "Donna Angelica vs. Donna Diavola" y sus proyectos. No os perdáis ni una sola palabra de la entrevista. Espero vuestros comentarios.
¿Quién es y cómo surge –Elena Montagud- como escritora?
E.M: Elena Montagud es una sencilla profesora de español
para extranjeros que compagina su trabajo, sus tareas de casa y demás, con la
escritura.
Creo que la
Elena Montagud como escritora surgió en el vientre de mi madre. En serio, no
recuerdo con exactitud cuándo empecé a escribir, pero sé que muy pronto. Antes
de saber escribir lo hacía de forma oral, le contaba historias a mi madre. Cuando ya aprendí a juntar letras, le regalé a mi tío un mini libro que había
escrito yo cuando tenía unos siete años y él –que escribía por ese entonces
poesía- le dijo a mi madre que yo tenía que ser escritora. Así que nada, al
menos estamos intentándolo.
¿De dónde crees que nace la necesidad de la expresión creativa, en este caso, a través de la palabra?
E.M: Es una pregunta muy difícil porque yo
no sé realmente de dónde nace la necesidad. Solo sé que es algo que siempre he
notado muy dentro de mí, en lo más profundo de mis entrañas. Necesito escribir
para saber que existo, pues es cuando me siento más viva, en esos momentos en
los que sufro, lloro o río con mis personajes. Además, existe esa voluntad de
querer trasmitir a los demás lo que siento, o meterlos en mis tramas,
transportarlos a mundos en los que pueden soñar. Es una sensación maravillosa
la que sientes cuando un lector te dice lo mucho que ha disfrutado con tu obra,
que se ha enriquecido. Es lo que más deseamos los escritores, más que la fama o
el dinero.
¿Cómo fueron tus
comienzos en la literatura? ¿Qué respuesta tuviste de tus padres o familiares?
E.M: La verdad es que mis comienzos fueron
muy tímidos. En mi familia no existe una gran tradición lectora. Tan solo mi
tío a veces escribía poesía, así que fue el único que realmente pensó que yo
podía dedicarme a ello. Mis padres tan solo lo veían como una afición, esto que
dicen “Mira cómo le gusta a la niña escribir” y bromean con que un día pudiese
ser rica. Siempre me he sentido muy sola, no he recibido el apoyo que creo que
me merecía. Incluso alguna vez hubo malas palabras hacia mí. Tan solo cuando
publiqué el año pasado, mi padre decidió leerme y entonces cambió la concepción
que tenía de mis escritos. Y me sentí muy orgullosa, porque le estaba
demostrando que yo podía escribir historias que le gustaran, a pesar de que él
jamás lo había pensado así.
¿A quién dedicaste tu
primer escrito?
E.M: A mis compañeros del cole en 6º de
Primaria. Empecé a escribir una novela distópica –aunque yo por eso entonces no
tenía ni idea de qué era eso, simplemente escribía…- y los protas eran algunos
niños de mi clase.